El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo expresó su rechazo al premio que la Unesco otorgó recientemente al diario La Prensa, medio de comunicación que con 99 años de existencia continúa informando desde el exilio tras haber sido confiscado y perseguido por el gobierno nicaragüense.
La Unesco reconoció a La Prensa por su labor de llevar «la verdad al pueblo de Nicaragua» pese a la represión que ha silenciado a la prensa independiente dentro del país. En su comunicado oficial, el organismo destacó el compromiso del medio con la libertad de expresión, en un contexto donde el periodismo crítico ha sido sistemáticamente criminalizado.
La reacción del régimen no se hizo esperar. En una carta de protesta, el régimen nicaragüense calificó a La Prensa como “un engendro diabólico de la antipatria nicaragüense” y lo acusó de haber promovido históricamente la violencia y los “antivalores”.
La misiva omite que Rosario Murillo, actual copresidente y vocera gubernamental, trabajó durante años como asistente personal de Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, fundador de La Prensa y declarado héroe nacional por el mismo Frente Sandinista.
El comunicado, redactado en un tono virulento, afirma que el reconocimiento por parte de la Unesco “ofende y agrede los valores más profundos de la identidad y cultura nacional nicaragüense” y acusa al organismo internacional de perder objetividad y credibilidad como defensor del patrimonio cultural.
“El otorgamiento de este premio es una acción ofensiva, humillante y degradante”, afirma el texto, que denuncia una supuesta complicidad de los organismos internacionales con lo que denomina una “ola de despreciable entreguismo”.
Por su parte Unesco reafirmó que es parte de su mandato “defender la libertad de expresión” y que el ganador del galardón anual, que se entrega conjuntamente con la Fundación Guillermo Cano, se encarga de escogerlo un jurado internacional independiente, compuesto por seis profesionales de distintos tipos de medios.
A través de una carta enviada por el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Gobierno informó a la Unesco de su salida el 3 de mayo, aunque debido a la diferencia horaria con París (donde se encuentra la sede de la organización), la directora general, Audrey Azoulay, tuvo constancia de la decisión la mañana del 4.
“Lamento esta decisión, que privará al pueblo de Nicaragua de los beneficios de la cooperación en los ámbitos de la educación y la cultura. Por otra parte, la Unesco cumple plenamente su función cuando defiende la libertad de expresión y la libertad de prensa en todo el mundo”, recalcó la directora general en un comunicado.


Deja una respuesta